Ana es bailarina, así que con permiso de Sergio, usamos ese registro para marcar la pauta de diseño en este enlace, sería todo muy teatral, como si de una obra de danza se tratase. Con esa idea diseñamos la invitación, tipo cartel antiguo de teatro, y continuamos con todos los detalles de la boda, desde los saquitos de arroz, pasando por los pai-pai que se repartieron en la iglesia hasta los carteles que señalizaban donde comenzaba el segundo acto, "El festín".
Y así, dentro de un marco rústico como bien pedía el entorno, montamos un espectáculo en que el sabemos de buena tinta que se bailó y se disfrutó como una gran boda se merece.
¡Esperamos que os guste!